El pasado 21 de junio se realizó el lanzamiento al espacio de los cubos con experimentos desarrollados en el marco del programa “Cubes In Space”, en el cual participó Jeison Álvarez Padilla, estudiante de Ingeniería Mecatrónica de la Institución Universitaria ITSA, un joven que inicia con pie derecho la que puede llegar a ser una exitosa carrera como investigador.
El proyecto, denominado “Capcitors In Space: Energy from infinity and beyond” consiste en tres capacitores instalados en tres circuitos testigos o registradores que tienen el propósito de evidenciar si los capacitores fueron o no cargados durante su permanencia en las capas externas de la atmósfera, a una altura de 120 kilómetros, y de 2 a 3 minutos en microgravedad, donde se puede evidenciar la existencia de radiaciones en esta capa del espacio. Ya se envió un segundo cubo con tres experimentos similares al anterior, que en los próximos días será enviado en un globo aeroestático a una altura de 32 kilometros, pero con una mayor exposición a condiciones de atmósfera cero, entre 5 y 15 horas.
“Todo nació en un workshop del Congreso Internacional de Innovación y Tecnología organizado por ITSA en noviembre de 2017, me animé a participar y nos pidieron la idea expresada en un texto y de ahí me escogieron. Desde hace tiempo me ha inquietado el tema de las energías, para ayudar a la gente y a la conservación del planeta, especialmente, buscando fuentes diferentes a las convencionales. Luego de esto me doy cuenta que la investigación me da la oportunidad de aprender de manera constante sobre diversos temas, y lo más seguro trataré de continuar con este u otros proyectos de investigación. En todo esto, el apoyo de la institución ha sido fundamental, y con ello estoy muy agradecido”, manifestó Jeison Álvarez.
Según el profesor Emerson Rojas, asesor del estudiante en este proyecto, después de concebida la idea, hubo tres dificultades básicas para resolver: todo tenía que caber en un cubo de 4 centímetros, no podía pesar más de 64 gramos, e idear un sistema de registro atendiendo la restricción de no utilizar una batería que almacenara la energía, en caso de existir las radiaciones.
Ahora, la tarea es realizar un análisis minucioso de lo observado tras el experimento, para tener la evidencia de si hubo o no exposición a radiaciones, que sí hubo registro de que el capacitor estuvo cargado con la energía de las radiaciones.
“Este proyecto es más que una oportunidad de generar movilidad saliente. Por primera vez la institución trabaja en un proyecto que cuenta con el aval y apoyo de la NASA. Para la línea de investigación en el campo de las energías, significa una posibilidad de estudiar la viabilidad de aprovechas las energías provenientes del sol y de otros fenómenos cósmicos, como estallidos cósmicos o la muerte de estrellas que generan radiaciones de gran intensidad, dijo el profesor Rojas”.
El estudiante Jeison Álvarez y el docente Emerson Rojas viajaron a presenciar el lanzamiento de su experimento que se realizó en la localidad de Chincoteague, Island, en Virginia Estados Unidos.